Historia de la seguridad privada en España (II)

Continuamos con nuestra historia. Nos encontramos ahora en el reinado de Alfonso XII. El 9 de Agosto de 1876 mediante Real Orden del Ministerio de Fomento se adapta la norma de Guardería Rural siendo publicada el día 12 a través de la Gazeta de Madrid. En ella la figura de Guardia de campo queda bajo la dirección de la Guardia Civil pasando a sus manos la Guardería Rural. Es en este momento cuando pasaron a llamarse Guardas Jurados (cambiando también la placa de identificación).

Todo ello quedará plasmado en el nuevo Reglamento del Cuerpo de la Guardia Civil. En esta época el Guarda Jurado ganará una bien merecida imagen de vigilante fiel un hombre que no tenía miedo y que colaboraba en todo con la ley con duras cualidades y fuerte motivación. Empezará a encargarse de aquellas tareas de control que la Guardia Civil por táctica o logística no podía realizar. De esta forma toda villa, parque, plaza, y monte quedará protegido por un representante de la ley. Las denuncias se hacían ante el Alcalde o la Guardia Civil.

Para hacerse Guarda Jurado, el propietario de las tierras a custodiar proponía al Alcalde el nombramiento de la persona concreta y tras un informe favorable por parte de la Guardia Civil, esta persona juraba ante el Alcalde el cual finalmente expedía el nombramiento quedando inscrito en el registro correspondiente de la Guardia Civil.

En este momento, el Guarda Jurado tenía capacidad para detener, poniendo a disposición de la Guardia Civil a los delincuentes. También podía poner en libertad a quienes cometieran simples faltas. Su testimonio jurado dará fe, salvo prueba en contrario, de tales faltas.

 

Fuente: Historia de la seguridad privada en España, Editado por Vigilantes2008.com

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